El Análisis del Ciclo de Vida (ACV) es una poderosa herramienta que las empresas pueden utilizar para evaluar y mejorar su sostenibilidad. Este artículo explica qué es un ACV, su importancia para el desarrollo sostenible global y cómo puede beneficiar a las empresas a largo plazo.
Un Análisis del Ciclo de Vida (ACV), o también conocido como Evaluación del Ciclo de Vida, es una metodología utilizada para evaluar el impacto que un producto, servicio o actividad tiene sobre el medio ambiente.
Un ACV puede utilizarse para determinar la sostenibilidad de un producto teniendo en cuenta su impacto en cada fase del ciclo de vida. Esto significa analizar el impacto de la extracción de materias primas para el producto, la fase de fabricación, cómo se distribuye al usuario final, su impacto cuando la gente lo utiliza y lo que ocurre después de que un producto haya llegado al final de su vida útil.
Una ECV suele evaluar el impacto ambiental desde la perspectiva del cambio climático, pero también desde impactos menos evidentes como los riesgos para la salud humana y los ecosistemas naturales.
¿Por qué es importante el análisis del ciclo de vida para el desarrollo sostenible?
No hay que subestimar la importancia de un ACV. Todos queremos vivir en un mundo con un aire más limpio, un medio ambiente libre de contaminación y un clima estable. Todos esos resultados son alcanzables, pero requerirán que hagamos cambios importantes en nuestro estilo de vida y en nuestra forma de interactuar con el medio ambiente. La responsabilidad del cambio no sólo recae en los consumidores: los gobiernos y las empresas también tienen un importante papel que desempeñar.
Nuestros gobiernos e instituciones reguladoras ya introducen cambios que imponen restricciones medioambientales al uso de determinados productos. Por ejemplo, en la UE, la normativa sobre gases fluorados se creó para eliminar progresivamente el uso de gases refrigerantes de alto PCA en productos como los aparatos de aire acondicionado.
La intervención gubernamental es bienvenida, pero a menudo tarda en materializarse y puede verse diluida por la política interna. Las empresas no deben esperar a que los gobiernos establezcan normativas medioambientales, sino que deben adoptar un enfoque más proactivo para acelerar el desarrollo sostenible. Un ACV da a las empresas el poder para hacerlo, proporcionándoles la metodología para autorregular sus productos y servicios.
Las empresas que realizan regularmente ACV de sus productos e introducen mejoras basadas en los resultados tienen un enorme potencial para permitir un desarrollo sostenible continuado.
Integrar los análisis del ciclo de vida en su proceso empresarial normal puede ofrecer muchas ventajas:
Para realizar un análisis del ciclo de vida, las empresas deberán seguir cuatro pasos principales:
1. Definición del objetivo y del ámbito de aplicación
El primer paso de un ACV es definir el objetivo del análisis y el producto, servicio o actividad que se va a evaluar. También habrá que establecer los límites y supuestos del análisis. Esto es necesario para crear una visión clara de cuál debe ser el resultado final y evitar que un análisis se simplifique demasiado o se vuelva innecesariamente complejo.
2. Análisis del inventario
La siguiente etapa es el análisis completo del inventario. Para elaborar el inventario, el personal tendrá que recopilar datos sobre la energía y las materias primas utilizadas en cada etapa del ciclo de vida. En cada etapa, es probable que haya algún tipo de resultado medioambiental. También habrá que calcular estos resultados, lo que dará lugar a un inventario de emisiones de gases de efecto invernadero y residuos.
3. 3. Evaluación del impacto
El tercer paso de una ECV consiste en evaluar el impacto global del producto, servicio o actividad. Los distintos productos y servicios pueden afectar a diferentes áreas. Las principales categorías de impacto que se evalúan suelen ser el potencial de calentamiento global (PCG) y las emisiones de carbono, pero otras categorías comunes incluyen el impacto en la salud humana o la eutrofización (impacto en masas de agua como lagos y ríos).
Algunas de las categorías de impacto más comunes son:
4. Interpretación
El último paso del ACV consistirá en revisar el análisis e interpretar las conclusiones y los resultados. Para extraer algunas conclusiones, una empresa podría comparar su producto con otros de su cartera o con productos de la competencia. El análisis podría presentar algunas oportunidades para mejorar la sostenibilidad del producto o servicio y áreas potenciales para una fabricación más eficiente.
La realización de un ACV es un proceso iterativo. Una vez completado, será necesario revisar el análisis en el futuro. Si tomamos cualquier producto disponible hoy, su ciclo de vida puede ser diferente dentro de dos años. Los consumidores podrían utilizar el producto de forma diferente, los materiales utilizados en la fase de producción podrían cambiar o adquirirse en lugares alternativos. Con estos cambios, las revisiones y actualizaciones periódicas de un ACV son necesarias para garantizar la precisión del análisis y la sostenibilidad continuada de los productos y servicios de una empresa.
Nuestro equipo de expertos en Futureproofed ha ayudado a empresas a realizar análisis del ciclo de vida en diversos sectores. Podemos asesorarle durante el desarrollo de su ACV o realizar un análisis completo y exhaustivo de sus productos y servicios. A través de una consulta de sostenibilidad, podemos proporcionar evaluaciones muy precisas en un breve plazo de tiempo.
Si desea saber más sobre las ECV o conocer cómo puede ayudarle nuestro equipo, póngase en contacto con nosotros.
Stef es nuestro consultor de Estrategia Empresarial Sostenible en Futureproofed . Participa en el desarrollo de nuevas herramientas y metodologías para ayudar a las empresas a aprovechar las oportunidades que ofrece la sostenibilidad. Es uno de los muchos ciclistas entusiastas de nuestro equipo, le ha picado el gusanillo de las actividades al aire libre y le encanta viajar.
Dote a su empresa o ciudad de los conocimientos y herramientas necesarios para construir un futuro más resiliente y sostenible.