La norma PCAF para revelar las emisiones financiadas inspira a cada vez más bancos, aseguradoras, inversores y otras instituciones financieras a tomar medidas contra el cambio climático.
Norma PCAF: Hacia una financiación verde
En esta serie de 3 partes, mostramos cómo el sector financiero pasa de la ambición a la acción en materia de emisiones de gases de efecto invernadero. Sumérgete e inspírate.
En 2015, un grupo de 14 instituciones financieras neerlandesas crearon la PCAF, bajo la dirección del ASN Bank. Preocupados por la magnitud del cambio climático, decidieron que había llegado el momento de dar un paso al frente. Al fin y al cabo, los inversores y los bancos, que representan la mayor parte del capital disponible a escala mundial, estaban financiando despreocupadamente nuestra economía dependiente de los combustibles fósiles. Hacer la vista gorda ante esta abrumadora responsabilidad ya no era justificable. Todos apostamos por los combustibles fósiles durante décadas y perdimos. Se acabó. La iniciativa impulsada por la industria se expandió a Norteamérica en 2018 y se hizo global en 2019.
Sólo repensando nuestro ecosistema financiero podremos hacer la transición hacia una sociedad con bajas emisiones de carbono.
El principal objetivo del PCAF es permitir a las instituciones financieras alinear su cartera con el Acuerdo Climático de París, que quiere limitar el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. Un primer paso en esta dirección es medir y divulgar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas a las actividades de préstamo e inversión.
En respuesta a la demanda del sector de un enfoque global y estandarizado, la PCAF elaboró la Norma Global de Contabilidad e Información sobre GEI para el Sector Financiero. Proporciona a orientaciones metodológicas detalladas para medir y divulgar las emisiones de GEI asociadas a seis clases de activos:
#1 Acciones cotizadas y bonos corporativos (por ejemplo, acciones ordinarias)
#2 Préstamos a empresas y fondos propios no cotizados (por ejemplo, créditos utilizados para gastos de capital)
#3 Financiación de proyectos (por ejemplo, préstamos para construir un puente)
#4 Inmuebles comerciales (por ejemplo, préstamos para la compra de locales comerciales)
#5 Hipotecas (por ejemplo, préstamos para una casa nueva)
#6 Préstamos para vehículos de motor (por ejemplo, préstamos para comprar un nuevo coche de empresa)
En el futuro, el PCAF podrá añadir más clases de activos. Pero esta base ya permite a las instituciones financieras evaluar a fondo su cartera, así como realizar análisis de escenarios, establecer objetivos, informar de las acciones y divulgar los progresos. Esto se traduce en 6 beneficios de divulgar sus emisiones financiadas, que compartimos en esta entrada del blog.
Es bueno saberlo: la norma no sólo permite contabilizar las emisiones de carbono generadas, sino también las emisiones evitadas (por ejemplo, mediante inversiones en proyectos de eficiencia energética) y las emisiones eliminadas (por ejemplo, mediante inversiones en proyectos de reforestación).
Aunque el concepto de emisiones financiadas es sencillo, su cálculo lo es mucho menos. Requiere datos de una amplia gama de otras empresas y organizaciones, muchas de las cuales pueden no estar midiendo activamente su huella de carbono.
Sin embargo, los puntos ciegos de los datos ya no son un obstáculo. Aunque la PCAF reconoce que la recopilación de datos de calidad es un gran reto, no debe utilizarse como excusa para la inercia. La asociación afirma que, en muchos casos, el uso de datos estimados o aproximados para rellenar los espacios en blanco funciona igual de bien para identificar los puntos conflictivos intensivos en carbono en las carteras de préstamos e inversiones. Además, las directrices del PCAF incluyen una matriz de puntuación de la calidad de los datos. Esto fomenta la mejora de la calidad de los datos a medio y largo plazo.
Para las entidades financieras, las emisiones procedentes de préstamos e inversiones suelen ser la parte más significativa de sus emisiones de GEI. Sólo midiendo estas emisiones de alcance 3 pueden materializar su huella de carbono y reorientar los fondos. Gracias a su capacidad para acceder a grandes volúmenes de financiación privada, las instituciones financieras desempeñan un papel importante en el camino hacia la neutralidad climática. Y nos alegra ver que las cosas están mejorando.
¿Se pregunta en qué le beneficia revelar sus emisiones financiadas?
Basándonos en algunos ejemplos reales de instituciones financieras de renombre, hemos distinguido 6 ventajas claras. Más información.
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